La bota que me aplastó

 La bota que me aplastó

 Free photo 2747966 © Yury Maryunin - Dreamstime.com

Recuerdo en la secundaria
la bota aquella que me aplastó.
Los faros, las luces, la luna,
todo lo aplastó.

La recuerdo y aún veo la masacre,
mis brazos tirados,
mi cerebro extirpado,
mi corazón ahogado en sangre.

Recuerdo como presionó mis ojos
brillantes, hasta sacarlos.

Pasó por encima de mi un millón
de veces, aplastándome con su martillo,
en frente de mis compañeros de clase.

Me clavó en el pizarrón,
un clavo en cada mano, así no podría
moverme, ni brillar, ni molestarla.

Ni quien me defendiera, mis compañeros
fueron también extirpados de su cerebro.
Muchos eran grises ya en ese entonces.

Al final todo fue dictado a mis
compañeros, todo fue dictado y ella
revisó que todo se cumpliera tal
como ella lo dictaba y dictó y dictó
por semanas.

Al final se presentó lo dictado a la
clase, tal como se dictó y se dictó.

Así recuerdo mi experiencia con
aquella horrible bota. Todavía
tiemblo cuando paso al
frente en cualquier lugar.

Yo sólo era un niño impetuoso lleno
de sol hasta los dedos de las manos
y los pies.

¿Acaso bota jamás pudiste
entender eso? ¿Acaso bota era más
importante que se hiciera tu voluntad
que la luz de las galaxias, los astros,
las luciérnagas, los faros, los ojos
brillantes?

Quizás también fuiste así masacrada,
pisoteada, ultrajada, minimizada o
completamente aplastada y siento lástima
por ello.

Qué triste que perpetuemos
aplastar. Me sorprendo a veces con poca
luz en mi ser comparada con la que
mis hijos llevan.
Cascadas de galaxias, de cúmulos galácticos.
En cada frase hay una flama, una luz de poesía.

Qué pena que tenga que ser así,
pero no me rindo bota.
No, bota, no seas así, únete, ayúdanos
a conservar ríos cristalinos, puestas de sol,
luces de todos los colores, arco iris,
cascadas, auroras boreales, estrellas fugaces
en los rostros de todos los humanos.
Ayúdanos quieres...

No hay comentarios:

Publicar un comentario